Mercados extrabursátiles: ¿Qué son y cómo funcionan?

Los mercados extrabursátiles, también conocidos como mercados over-the-counter (OTC), son un tipo de mercado financiero en el que se negocian activos financieros directamente entre dos partes, sin la intermediación de una bolsa de valores.

En los mercados extrabursátiles, las transacciones se realizan de forma descentralizada, lo que significa que no hay un lugar físico específico donde se lleven a cabo las operaciones. En su lugar, las negociaciones pueden tener lugar a través de una red de dealers, brokers y plataformas electrónicas.

Los activos financieros que se negocian en los mercados extrabursátiles pueden incluir acciones, bonos, derivados, divisas y otros instrumentos financieros. Estos mercados suelen ser más flexibles en términos de horarios de negociación y requisitos de participación, lo que los hace atractivos para inversores institucionales y minoristas.

Una de las características principales de los mercados extrabursátiles es la falta de transparencia en los precios, ya que las transacciones no se realizan en un mercado centralizado. Esto puede llevar a una mayor volatilidad en los precios y a la posibilidad de que se produzcan discrepancias en los valores de los activos negociados.

Es importante tener en cuenta que, si bien los mercados extrabursátiles ofrecen ciertas ventajas en términos de flexibilidad y accesibilidad, también pueden ser más riesgosos debido a la falta de regulación y supervisión comparada con los mercados bursátiles tradicionales.

En resumen, los mercados extrabursátiles son una parte importante del sistema financiero global, ofreciendo a los inversores la oportunidad de negociar una amplia gama de activos financieros de manera descentralizada. Sin embargo, es fundamental comprender los riesgos asociados con este tipo de mercado y tomar las precauciones necesarias al operar en él.