
¿Qué son los futuros y cómo funcionan en el mercado financiero?
Los futuros son instrumentos financieros derivados que se negocian en mercados especializados, donde dos partes acuerdan comprar o vender un activo subyacente a un precio determinado en una fecha futura. Estos contratos de futuros son utilizados por inversores y operadores para cubrirse contra riesgos de precios, especular sobre movimientos futuros de precios o simplemente para diversificar sus carteras.
En el mercado financiero, los futuros se utilizan en una amplia gama de activos subyacentes, que pueden incluir commodities como petróleo, oro, trigo, así como índices bursátiles, divisas y bonos. La negociación de futuros se lleva a cabo en bolsas de futuros reguladas, donde se establecen las condiciones de los contratos, como el tamaño del contrato, la fecha de vencimiento y el precio de liquidación.
La forma en que funcionan los futuros es que las partes acuerdan un contrato que especifica el activo subyacente, la cantidad, el precio de compra o venta y la fecha de vencimiento. Durante la vida del contrato, los precios de los futuros fluctúan en función de la oferta y la demanda del mercado, así como de factores económicos y geopolíticos que afectan al activo subyacente.
Al vencimiento del contrato, las partes deben cumplir con sus obligaciones financieras, ya sea entregando el activo subyacente si son futuros de entrega física, o liquidando la diferencia en efectivo si son futuros de liquidación en efectivo. Los futuros permiten a los inversores apalancar su capital, es decir, operar con una cantidad de dinero mayor a la que realmente poseen, lo que puede aumentar tanto las ganancias como las pérdidas potenciales.
En resumen, los futuros son herramientas poderosas utilizadas en el mercado financiero para gestionar riesgos, especular sobre movimientos de precios y diversificar carteras de inversión. Es importante comprender cómo funcionan los futuros y los riesgos asociados antes de operar en este mercado.