
Todo lo que necesitas saber sobre las operaciones extrabursátiles (OTC)
Las operaciones extrabursátiles, también conocidas como OTC (Over The Counter), son transacciones financieras que se realizan directamente entre dos partes, sin necesidad de intermediarios como bolsas de valores o mercados organizados. Este tipo de operaciones son muy comunes en el mercado de valores y suelen involucrar activos financieros que no cotizan en bolsa.
En las operaciones extrabursátiles, las partes involucradas negocian los términos de la transacción de manera privada, lo que les brinda mayor flexibilidad y confidencialidad en comparación con las operaciones realizadas en mercados regulados. Sin embargo, esta falta de regulación también puede conllevar un mayor riesgo para los inversores, ya que no cuentan con la protección y supervisión de las autoridades financieras.
Entre los activos financieros más comunes que se negocian en el mercado extrabursátil se encuentran los bonos corporativos, los derivados financieros, las divisas y las acciones de empresas no cotizadas en bolsa. Estos activos suelen ser menos líquidos que los que se negocian en mercados regulados, lo que puede dificultar la venta o compra de los mismos en determinadas circunstancias.
Es importante tener en cuenta que, debido a la naturaleza descentralizada de las operaciones extrabursátiles, los precios de los activos pueden variar significativamente de una transacción a otra, lo que puede generar oportunidades de arbitraje para los inversores más sofisticados. Sin embargo, esta volatilidad también puede aumentar el riesgo de pérdidas para aquellos que no cuentan con un adecuado conocimiento del mercado.
En resumen, las operaciones extrabursátiles ofrecen a los inversores la posibilidad de acceder a un amplio abanico de activos financieros y de negociar en un entorno más flexible y privado. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta los riesgos asociados a este tipo de operaciones y contar con un adecuado asesoramiento financiero para tomar decisiones informadas y gestionar de manera efectiva el riesgo de la inversión.